
Iba con mi padre, pero se me adelantó porque tenía hambre. Entonces seguí sola y de repente suena a mi lado
-¡Maaaaaaa!
Pegué el salto del siglo al tiempo que me preguntaba: what the fuuuuuuuuuuuuuck?
Me quedé observando al rumiante, hasta que pasó de mí olímpicamente y se marchó a las cañas como diciendo: wiiiiiiiiiiiii, ¡vete a la mierda!
Y me quedé pensando en lo que dijo mi profesora de lengua en un análisis [voz de Eduard Punset]: el otro día iba por el campo, vi una cabra y como tenía hambre me la comí.
Seguí corriendo como si nada hubiera pasado y tras tres minutos, no alcanzaba a mi padre y pensaba: "papá, pero papá, ¡no me abandones!"
Al final lo alcancé (estaba bebiendo agua) y pasamos cerca de la cabra y le grité: ¡ADIÓOOS CABRAAAA!
Finalmente... mi padre me dijo que estaba loca. Cosa que veo normal.